El Schumacher español
Luis Enrique Jiménez Borra
Existen ejemplos de hombres exitosos en el mundo en diversos rubros. En la actualidad contamos con actores, deportistas, empresarios y hasta políticos, este último quizás es el grupo en el cual pueda ser más inusual encontrar paradigmas y por ello resulta más meritorio.
Uno de estos escasos modelos resulta ser, que duda cabe, el Jefe de Gobierno Español José Luis Rodríguez Zapatero, quién asumió el poder iniciado el 2004 luego de los lamentables sucesos del 11-M donde perdieron la vida inocentes de diversas nacionalidades en la estación de Atocha en Madrid.
Zapatero, en un difícil escenario, asume el poder reemplazando a José María Aznar, en parte debido a un pedido de paz para España, en parte a una insatisfacción de la población española con las acciones de gobierno del Partido Popular, sobretodo en materia política.
El gobierno del Partido Socialista inició su gestión con un paso gigante, retirando las tropas españolas que se encontraban en Irak, tal como anunciara Zapatero desde la campaña electoral. En uno de sus últimos discursos previo al 14-M, anunció que iría prontamente a los Estados Unidos de Norteamérica, pero no al rancho del presidente George Bush, sino a las Naciones Unidas donde Kofi A. Annan, su secretario general, con el objetivo de proponer una gran Alianza de Civilizaciones para la humanidad, con una España por la paz y la legalidad internacionales.
Por suerte la gestión gubernamental de Zapatero no se ha limitado a dar satisfactorios discursos, sino además se han tomado muchas medidas concretas, entre ellas la posibilidad de la unión civil entre personas del mismo sexo, en lo que constituye un importante reconocimiento de los derechos fundamentales de las personas. Otro ejemplo de apertura señala la modificación de la currícula educativa, suprimiendo la obligatoriedad del curso de Religión, en lo que consideramos una muestra más de respeto a las minorías en un país tan católico como el español.
Hace unos días el Congreso con mayoría socialista aprobó el Estatuto Catalán, lo cual va a ser importante para el desarrollo de dicha región. Cabe destacar que el Partido Popular votó en contra y fue vencido, por 35 votos de diferencia. La oposición alega que con el “Estatut” se erosiona la unidad de España, mientras lo que realmente sucede, es que se ha tomado en cuenta la voluntad de una de las regiones más importantes del país, región que ha ganado un estatuto que no perjudica en nada al resto, logrando una ampliación del autogobierno de Cataluña e iniciar un cambio en el país, donde se deja de lado el centralismo y se permite la consolidación de una nueva España.
Finalmente, y quizás –sobretodo ahora- en primer lugar en orden de importancia, luego de varias décadas de violencia, se plantea por primera vez la posibilidad de un alto al fuego y el inicio de un proceso de paz a la guerra interna desarrollada con ETA y que envolvió en sangre no sólo el país Vasco sino a toda España. A pesar que el Partido Popular ha intentado minimizar estos logros, no ha podido desde la oposición modificar la gran aprobación con la que Zapatero cuenta y el respaldo que la población le da a su mandato.
Así como su homónimo corredor de fórmula uno -curiosamente desplazado de manera reciente por un español-, Zapatero es un hombre de éxito, un campeón en una carrera donde hay muchos competidores, pero donde además hay intereses que buscan bajarle los neumáticos y quitarle combustible. Esperemos que al final de la temporada, por el bien del pueblo español, Zapatero mantenga firme el pie en el acelerador y pase la bandera de cuadros con su equipo completo.
(Schumacher traducido al español desde el alemán es Zapatero).
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