El 2015 empezó diferente. Al
parecer el gobierno actual esta vez sí se encuentra muy preocupado por el
bienestar ciudadano. Al no haber logrado atraer inversiones, desarrollo y
crecimiento, ha optado por presentar una variada oferta de circos a la
población. Cada uno de ellos tiene sus particulares atractivos, pero todos
tienen el mismo origen. El primer circo de lejos es el “Urrestuitero”. Montaje encabezado por un cachaco con poses de
dictador. Busca distraer a la población a través de un lenguaje vulgar e
intolerante. Insulta y ataca a los que cuestionan su performance y critican que
no cumpla con sus reales funciones. Este cirquero busca el aplauso de las
graderías a cualquier precio, aunque ello origine una baja calidad de la puesta
en escena.
El segundo gran circo es “Cajero buscando asilo”. Este nos
presenta a un showman más preparado que el anterior aunque con menos éxito en
las taquillas. La gente ya no simpatiza con su libreto. Por ello, se encuentra
tentando suerte en el extranjero, su argumento es que hay un complot contra su
producto y que está siendo desprestigiado solamente porque a él le gusta
invertir en otros negocios. Alguna vez tuvo mucho poder, pero como ha caído en
desgracia sus amigos poderosos lo protegen “desde lejitos nomás”.
El tercer circo es el terror
de niños y jóvenes, el “Circo Pulpin” no ha logrado tener éxito
dentro de la ciudadanía. Cobra muy alto la entrada y la gente se siente
estafada por lo que recibe a cambio. Por el contrario, masivamente miles de
peruanos han salido a pedir que se cierre y para siempre. Muchos inversionistas
están intentando un “plan de rescate” incluso con respaldo del sector público,
pero parece que ya su suerte está echada. Tendrá que ser clausurado, así les
duela el bolsillo a sus promotores.
Existen otros que quieren llegar
a circo, pero se han quedado en cómicos ambulantes. Uno de los más insistentes
es el “Caterrisas”. Este comediante
ha intentado por todos los medios conseguir el respaldo para consolidar su propuesta.
Lamentablemente para él ni su amistad con escritores famosos le ha servido ésta
vez. Incluso imita al cirquero líder, pero sin éxito alguno. Eso sí, se le
reconoce su constante empeño por llamar la atención.
Este es el menú para los
peruanos en estas vacaciones de verano. Nos encontramos en un año que será muy
importante por su innegable influencia en lo que serán las elecciones el
próximo año. Es notable el esfuerzo de distraer y hacernos olvidar de las grandes
oportunidades que estamos perdiendo por culpa de la corrupción. Es también
inocultable que continuamos descendiendo en los niveles de crecimiento y
desarrollo. Aparentemente también se encuentra en descenso el nivel de debate
político. Pero en el circo, eso importa poco.
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