Hacia una Lima Segura

Todos los sondeos en Lima Metropolitana coinciden en que la Seguridad es la principal preocupación de la ciudadanía en general. El alto índice de robos, secuestros al paso, e incidentes generados por gente de mal vivir ha logrado hacer mella en el estado anímico de la población limeña y constituye uno de los problemas que requieren una respuesta inminente por parte de las autoridades.
Dentro de los esfuerzos por combatir este malestar generalizado, la Comisión de Seguridad Ciudadana y Defensa Civil de la Municipalidad de Lima –de la cual soy miembro- ha elaborado una propuesta para ordenar al servicio de serenazgo municipal a nivel metropolitano. Dicha propuesta ha sido remitida a la administración metropolitana con la expectativa de generar una solución a la inseguridad que afronta la población.
En un contexto de crecimiento y desarrollo de nuestro país, es imprescindible abordar este flagelo y contribuir con el Gobierno del Perú. Para ello se han establecido prioridades en el proyecto que reglamenta la ordenanza creadora del Servicio de Serenazgo Metropolitano de Lima (SEMEL).
Es importante el establecimiento de una coordinación permanente entre la Municipalidad Metropolitana de Lima y las municipalidades distritales, brindando un servicio interdistrital, planificado e integrado donde se pueda homogeneizar el resguardo brindado a la ciudad. Esto permitirá que por ejemplo el personal de serenazgo pueda intervenir sobrepasando los límites de su distrito en coordinación con el distrito intervenido y la policía nacional. Asimismo la frecuencia de comunicación interna podrá ser compartida a fin de permitir una mejor coordinación entre distritos y superar la capacidad actual de acción del servicio.
La comunicación con la población es otro pilar fundamental, tanto para brindar como para recibir información que permita la prevención y disuasión del crimen. La participación ciudadana -a través de sus estructuras organizadas como las juntas vecinales- cumple un rol protagónico en la lucha contra la inseguridad. No es menos importante la coordinación con la Policía Nacional del Perú –sin la cual sería imposible la intervención y detención de los sospechosos-, con el Ministerio Público y el INPE a fin de crear un sistema integral que funcione en todas sus instancias.
Será de igual modo muy importante mejorar el proceso de admisión para los serenos, muchas veces se ha utilizado dicha labor para que sea encomendada a los simpatizantes del alcalde electo que colaboraron con la campaña, dejándose de lado la idoneidad y el perfil que estos ciudadanos deben tener para cumplir eficientemente su función a favor de la comunidad.
La capacitación de los miembros del serenazgo debe ser constante, su labor no está circunscrita sólo a dar seguridad sino a orientar al ciudadano y apoyarlo cuando sea requerido. El poblador debe sentir respaldo y a su vez respeto con la presencia de los serenos en las calles y estar convencido que en ellos encontrarán permanentemente un auxilio ante cualquier adversidad.
Lo que debemos tener presente, es que la solución al problema de la seguridad ciudadana es tarea de todos y que es trascendental que nos involucremos de donde sea el lugar que nos encontremos. Queda claro también que una norma por sí sola no bastará para generar la solución a la delincuencia, pero sí representa un camino hacia la tranquilidad que nuestra ciudadanía requiere en un momento tan importante para el país y que todos debemos aprovechar en condiciones de paz, seguridad y respeto.